seis años se les enseña a dar sistemáticamente. Luego cuando son grandes no hay problema. Han aprendido a contribuir. Esta obra es, en verdad, demasiado importante como para confiarla a una sola organización dentro de la iglesia. Y cuando todos y cada uno captan la visión, y hacen algo, entonces se alcanza la meta y se cubre el presupuesto. Nuestro lema es: «Cada cristiano un misionero». La obra misionera es responsabilidad de toda la iglesia. Cómo se hace En todas partes adonde voy, se me hace la
Page 43